Skip to content
calendario Pide cita

Enfermedades de la vista

Desprendimiento de retina

Desprendimiento de retina
La aparición de moscas volantes y destellos luminosos puede ser la primera señal de alarma.
Diagnosticarlo y tratarlo de forma urgente es clave para preservar la visión.
Una selección y ejecución experta de la técnica quirúrgica reduce el riesgo de un nuevo desprendimiento de retina.

¿Qué es el desprendimiento de retina?

El desprendimiento de retina consiste en la separación de la retina (capa que tapiza  el interior del ojo) de la pared ocular a la que está “pegada”, la coroides (capa intermedia del globo ocular). 

Sin el aporte de nutrientes y oxígeno que reciben de la coroides, las células retinianas, muy especializadas y sin capacidad de regenerarse, se dañan y no pueden funcionar correctamente. Es por ello que la pérdida de visión puede ser muy severa si no lo tratamos a tiempo, estando considerado una urgencia oftalmológica.

Según los mecanismos que originan el desprendimiento de retina, podemos distinguir varios tipos:

  • Desprendimiento de retina regmatógeno: es el más frecuente y se produce por la formación de pequeños desgarros en la retina, a través de los cuales pasa líquido que “despega” la retina. 
  • Desprendimiento de retina traccional: está causado por membranas, generalmente fibrosas o fibrovasculares, que tiran de la retina y la separan de la coroides.
  • Desprendimiento de retina exudativo: ocurre en procesos inflamatorios que afectan al ojo y, en ocasiones, también puede deberse al crecimiento de nuevos vasos en la capa vascular de la coroides, dando lugar a pequeños levantamientos retinianos.

Es una enfermedad ocular que no duele, pero debes prestar atención a algunas señales de alarma que son comunes a un desprendimiento de vítreo y que pueden preceder a un posible desprendimiento de retina, como la aparición o aumento de moscas volantes y destellos luminosos. Asimismo, si ves una zona oscura o una cortina negra en alguna zona de tu campo visual, bien sea  por arriba, abajo o los laterales, puede ser que el desprendimiento de retina ya haya ocurrido. En aquellos casos en los que afecta a la zona central y más importante de la retina, también puedes notar distorsión de las imágenes y pérdida de agudeza visual. 

El desprendimiento de retina puede darse a cualquier edad, aunque es más probable que suceda si tienes más de 40 años. También pueden influir los antecedentes familiares y otros factores de riesgo pueden ser: 

En el caso de los desprendimientos de retina traumáticos, especialmente complejos, son frecuentes los que están relacionados con la práctica de determinados deportes de contacto o con pelota (como el pádel o el tenis), así como con accidentes de tráfico o laborales.

Si tienes factores de riesgo predisponentes, es importante que acudas a revisiones oculares periódicas para poder anticiparnos al desprendimiento de retina y detectar cualquier alteración en el fondo del ojo de forma precoz. 

Asimismo, si notas posibles síntomas, también debes visitar pronto al oftalmólogo. Por ejemplo, en caso de que veamos un desgarro antes de que se haya producido el desprendimiento de retina, podemos tratarlo de forma preventiva con láser, sin tener que pasar por una operación intraocular. 

Una vez que la retina está desprendida, la única solución es la cirugía, que resulta conveniente realizar lo antes posible para conseguir los mejores resultados. En este sentido, también es fundamental ponerse en manos de un cirujano experto que realice una buena indicación quirúrgica, ya que seleccionar la técnica adecuada y ejecutarla correctamente reduce las probabilidades de que vuelva a ocurrir un nuevo desprendimiento de retina

Los especialistas del equipo Miranza son expertos tanto en vitrectomía, la cirugía más común para el desprendimiento de retina, como en otras técnicas como la cirugía escleral. En ocasiones, sobre todo en casos complejos, también podemos realizar ambos procedimientos de forma combinada, lo que también reduce la necesidad de tener que realizar nuevas intervenciones posteriores.