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Síntomas

Visión distorsionada

Suele deberse a problemas relacionados con la mácula.
Puedes tardar tiempo en darte cuenta del problema.
La rejilla de Amsler es un sencillo test para realizar en casa.

¿Qué es?

La visión distorsionada o metamorfopsia es un problema visual caracterizado por la percepción de las imágenes de nuestro entorno con una forma y un tamaño alterados. Esta alteración consiste, fundamentalmente, en ver torcidas, onduladas o con “aguas” las líneas que normalmente deberían aparecer rectas (marcos de las puertas y ventanas, baldosas del suelo, pasos de cebra, líneas de texto etc.). Los pacientes con visión distorsionada también pueden percibir deformadas las caras de las personas que les rodean.

Las causas de la visión distorsionada tienen relación con enfermedades y daños en la mácula, una zona situada en la región central de la retina directamente ligada a la agudeza visual y a la visión central. A pesar de su pequeño tamaño, la mácula resulta fundamental para apreciar el movimiento y los detalles precisos.

Patologías asociadas

Por lo general, cualquier patología o incidente que afecte a la zona central de la retina puede tener como consecuencia la visión distorsionada

¿Cómo afecta la visión distorsionada?

El problema fundamental en torno a la metamorfopsia es que empieza afectando a un ojo y posteriormente al otro. Mientras la afectación es unilateral, puede pasarte desapercibida porque tu cerebro integra la información que recibe a través de ambos ojos en una sola imagen. De esta manera, puede que tardes bastante tiempo en ser consciente de que tienes la visión distorsionada, lo que retrasa la consulta con el oftalmólogo.

Otro dato importante a tener en cuenta es la velocidad de instauración de la metamorfopsia: cuando se da de forma brusca o aguda puede tratarse de una DMAE neovascular, que deberemos tratar con urgencia. Si, por el contrario, la distorsión aparece de forma lenta y progresiva, su causa principal suele ser una membrana epirretiniana macular, que abordaremos quirúrgicamente de forma programada.

A medida que avanza el daño en la mácula, notarás que se van acrecentando los problemas para realizar muchas actividades cotidianas que requieren una visión nítida y de precisión: coser, leer, distinguir rostros, consultar un recibo de compra, mirar la hora en el reloj…

¿Cómo actuar si tienes visión distorsionada?

Dado que se trata de un problema que puede tardar tiempo en ser evidente para quien lo sufre, es recomendable que acudas periódicamente al oftalmólogo para una realizarte una revisión ocular completa y detectar posibles anomalías en sus fases más precoces. Además, entre visita y visita, uno de los métodos que puede ayudarte a verificar la existencia de un problema de visión distorsionada o monitorizar su evolución es la rejilla de Amsler, un sencillo test disponible en prácticamente todas las clínicas de oftalmología y que puedes ir realizando en casa.

La rejilla de Amsler es una cuadrícula formada en muchos cuadraditos pequeños y un punto negro justo en el centro. Tapándote primero un ojo y después el otro, debes hacer el ejercicio de mirar fijamente al punto negro sin perder de vista los cuadrados de alrededor y confirmar si ves las líneas rectas o, por el contrario, los cuadrados cambian de forma o tamaño. Esta información, unida a la que recoja el especialista en la exploración en consulta, ayudará a identificar la causa concreta de la visión distorsionada para iniciar el tratamiento oportuno.

Por otro lado, los oftalmólogos  de Miranza recuerdan que cualquier conducta perjudicial para la salud vascular en general (tabaquismo, diabetes, sobrepeso, hipercolesterolemia…) también tendrá repercusiones negativas en el estado de la retina y, en concreto, la mácula. Así pues, prevenir estos factores tendrá un efecto positivo sobre tu visión y contribuirá a tu salud ocular.