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Mujer sonriendo

Es sabido que muchas enfermedades de la visión están relacionadas con la edad, pero a veces se desconoce que el género es un factor que también puede influir en el desarrollo de ciertas patologías oculares. Es el caso del ojo seco, un problema que afecta a un 30% de nuestra sociedad y que, según apuntan los estudios, es hasta tres veces más prevalente en mujeres mayores de 50 años que en hombres. 

Ojo seco y cambios hormonales

Como explica la Dra. María Gessa, especialista de Miranza Virgen de Luján, “la causa es hormonal y, por ello, las diferencias se acrecientan sobre todo a raíz de la menopausia”.  De hecho, la sequedad ocular es uno de los síntomas más característicos de esta etapa en la vida de la mujer, que empieza a notar más frecuentemente sensación de arenilla o cuerpo extraño en el ojo, picor, lagrimeo, pesadez en los párpados e incluso visión borrosa y fluctuante. Esto se debe, principalmente, a que los cambios en los niveles de las hormonas alteran la secreción de las glándulas que hay debajo del nacimiento de las pestañas y que intervienen en la película lagrimal. 

“Ante la aparición o aumento de las molestias asociadas al ojo seco, no hay que conformarse solo con el uso de lágrimas artificiales si estas no resultan suficientes, ya que existen distintos tratamientos que pueden aumentar el confort visual diario”, destaca Gessa. La oftalmóloga forma parte de las Áreas de Ojo Seco especializadas de las clínicas Miranza, donde realizamos un estudio diagnóstico completo de esta enfermedad multifactorial y ofrecemos innovadores tratamientos en consulta. Por ejemplo, una de las tecnologías en auge es la luz pulsada intensa (IPL), que estimula  el adecuado funcionamiento de las glándulas palpebrales para mejorar la calidad de la lágrima, alterada con más frecuencia en las mujeres.

Cuando la vía lagrimal se obstruye

La Dra. Alejandra Amesty, especialista en ojo seco y oculoplastia de Vissum Grupo Miranza, añade que, además del ojo seco, el ojo lloroso también puede ser más común entre las mujeres: “Uno de sus posibles desencadenantes, la obstrucción de la vía lagrimal, se da en un rango de 4-5 mujeres por cada hombre afecto”. El hecho de que las lágrimas no drenen correctamente y se acumulen en la superficie ocular no solo resulta molesto, sino que puede aumentar el riesgo de infecciones recurrentes. Para evitarlo,  los cirujanos oculoplásticos realizan una operación, generalmente con la técnica de la dacriocistorrinostomía, que permite restablecer el paso de la lágrima y resolver el problema con gran eficacia en la mayoría de los casos. 

Tiroides y patología ocular orbitaria en mujeres

Por otro lado, el colectivo femenino también es el más afectado  por la orbitopatía tiroidea, la patología más habitual de la órbita ocular y que, cuando se debe a la enfermedad de Graves (principal causa de hipertiroidismo), tiene una incidencia de 1 de cada 5.000 mujeres respecto a 1 de cada 25.000 hombres, es decir, 5 veces más. Asimismo, según advierte la Dra. Amesty, “ser fumadora aumenta el riesgo de desarrollar este trastorno, que puede tener un importante impacto en la calidad de vida de las pacientes”. 

La orbitopatía tiroidea suele dar lugar a ‘ojos saltones’ o exoftalmos, que, en casos severos, hace que muchas pacientes no se reconozcan al mirarse en el espejo. Además, no solo repercute en la salud psicológica, sino también ocular, ya que al sobresalir los ojos quedan más expuestos a la sequedad, irritación… y, por otro lado, pueden comprimir estructuras internas que hay en la órbita, como el nervio óptico o los músculos extraoculares. Especialmente en estos casos es necesario actuar, pudiéndose requerir una cirugía de descompresión orbitaria que permita reposicionar el ojo, una vez que se haya controlado con fármacos el problema de tiroides de base.

Otros problemas oculares más comunes en la mujer

En cuanto a la salud ocular femenina, la Dra. Gessa concluye que “la mayor esperanza de vida de las mujeres (alrededor de 5 años más que los hombres en España) también explica que lleguen a desarrollar más enfermedades relacionadas con la edad, como las cataratas, la DMAE o el glaucoma, que conviene detectar precozmente para mantener la mejor visión”. 

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