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Enfermedades de la vista

Queratocono

Un ojo afectado por queratocono
Primera causa de trasplante de córnea entre los jóvenes.
Aumento brusco del astigmatismo, señal de sospecha.
Frotarse los ojos de forma repetida favorece su desarrollo.

¿Qué es el queratocono?

El queratocono es la forma más frecuente de ectasia o adelgazamiento de la córnea. Se trata de una enfermedad degenerativa provocada por la alteración en las fibras de colágeno que componen el estroma (la parte más gruesa de la córnea). Esta alteración provoca el aumento progresivo de la curvatura corneal, que adopta una forma cónica (en vez de redondeada),  produciendo una pérdida paulatina de visión. 

El queratocono suele afectar a ambos ojos, normalmente asimétricamente, y está presente en alrededor de 1 de cada 2.000 personas en España. Dentro de las enfermedades oculares consideradas “raras” o minoritarias, es la más atendida en los centros Miranza, con cerca de 2.500 pacientes visitados en los últimos 5 años en dos clínicas de queratocono referentes a nivel nacional e internacional, como son Vissum e IMO Grupo Miranza.

Por norma general, el queratocono se inicia en la pubertad y la mayoría de los pacientes que lo padecen tienen entre 20 y 30 años, diagnosticándose un 73% de los casos antes de cumplir los 24. Debes tener en cuenta que, como más joven, mayor es el riesgo de que la enfermedad evolucione y lo haga de forma más rápida. Son estos casos los que suelen requerir una operación de queratocono.

Es común que, con queratocono, experimentes intolerancia a las lentes de contacto y cambios frecuentes de graduación, fundamentalmente del astigmatismo, por la irregularidad que se genera en la superficie de la córnea. De hecho, la aparición o aumento brusco del astigmatismo –un tipo de defecto refractivo que, por lo general, se mantiene estable y no evoluciona– es una de las principales señales de sospecha del queratocono.

Esta enfermedad ocasiona principalmente falta de nitidez y visión borrosa, distorsionada o incluso doble, además de producir destellos, deslumbramientos y excesiva sensibilidad a la luz en algunos casos. La sintomatología puede ser desde muy sutil, hasta suponer un impacto importante en la calidad de vida. Prevenir y tomar medidas a tiempo evita llegar a casos avanzados, aunque, afortunadamente, las técnicas modernas de cirugía del queratocono permiten incluso recuperar la visión perdida con altas probabilidades de éxito.

Aunque no se sabe exactamente cuáles son las causas que lo desencadenan,  hay un claro componente genético, ya que es hereditario en un 10% de los casos. A veces los antecedentes familiares se desconocen por parte de la familia, ya que hay formas subclínicas que no llegan a manifestarse y no se detectan si no es con una revisión oftalmológica completa. 

En las clínicas de queratocono especializadas realizamos todas las pruebas necesarias, como la topografía, para que esta enfermedad no pase desapercibida o no se confunda con un simple problema de graduación de gafas.

Por otro lado, destacar que también se ha visto una mayor incidencia del queratocono asociada al hábito de frotarse los ojos, un gesto habitual, por ejemplo, en pacientes con alergias oculares. Realizado de manera repetida contribuye a debilitar la red de colágeno de la córnea y, por ello, los especialistas de las clínicas Miranza te recomiendan evitarlo.

Los tratamientos actuales nos permiten tanto detener la enfermedad como mejorar la visión.

Muchos casos no requieren cirugía de queratocono y pueden tratarse con la prescripción de unas gafas o lentes de contacto adecuadas para corregir el defecto visual. Sin embargo, en alrededor de un 10-20% de los pacientes sí que es necesaria la operación de queratocono en la clínica, sobre todo cuando progresa o el uso de corrección óptica no es suficiente para garantizar una buena calidad de visión.

Una opción que ofrecemos es la implantación de anillos intracorneales que modifican la curvatura irregular de la córnea y, con ello, mejoran la visión. No obstante, no detienen su evolución, algo que sí conseguimos con la técnica del crosslinking. Para casos avanzados, podemos optar por la operación de queratocono con trasplante de córnea, que actualmente suele realizarse con técnicas selectivas que no requieren sustituir todo el tejido corneal, sino solo la parte afectada.

A pesar de ser la primera causa de trasplante corneal en pacientes jóvenes, esta cirugía de queratocono cada vez es menos frecuente, ya que si lo diagnosticamos correctamente desde el principio y aplicamos el tratamiento adecuado en estadios iniciales podemos lograr evitar el trasplante.