Tratamientos oculares
Ojo Seco: Tratamientos en consulta

¿En qué consisten los tratamientos para ojo seco en consulta?
En las clínicas Miranza disponemos de áreas especializadas en ojo seco para poner a tu disposición las soluciones más eficaces frente a esta enfermedad, a partir de un estudio previo completo y de un diagnóstico preciso e individualizado.
Estos tratamientos que te ofrecemos en consulta pueden contribuir eficazmente a mejorar tu sintomatología y prevenir daños en la superficie ocular. En los casos indicados, son un buen complemento a la acción de las lágrimas artificiales (colirios hidratantes) o de determinados fármacos, así como a los cuidados y rutinas que puedes adoptar en casa para mantener a raya esta enfermedad crónica.
¿Qué es el síndrome del ojo seco?
El síndrome del ojo seco es una patología ocular que afecta a una parte significativa de la población, especialmente en edades avanzadas o en personas con enfermedades autoinmunes como el síndrome de Sjögren. Si quieres saber más sobre sus causas y síntomas, puedes visitar nuestra página sobre el ojo seco.
Técnicas para tratar el ojo seco
En los últimos años, los tratamientos para el ojo seco han experimentado un gran desarrollo. Es el caso de las terapias regenerativas como el colirio PRGF, basadas en derivados de la sangre del propio paciente que contienen factores de crecimiento.
Por otro lado, también han aparecido nuevas alternativas enfocadas a mejorar el funcionamiento de las glándulas de Meibomio que se encuentran en los párpados y son imprescindibles para la estabilidad de la película lagrimal. A ello contribuyen técnicas como la luz pulsada intensa, la microexfoliación palpebral o la pulsación térmica.
Enfermedades que tratan los tratamientos para ojo seco
Los tratamientos para el ojo seco que realizamos en consulta pueden ir orientados tanto a compensar un déficit de lágrima, como a procurar que ésta sea de mayor calidad para que no se evapore demasiado rápido. Asimismo, también pueden ayudar a reducir la inflamación de la superficie ocular –que en mayor o menor grado está presente en muchos pacientes– y, por otro lado, sanar las lesiones en la córnea que se hayan podido producir.
Por tanto, a la hora de enfocar los tratamientos, no se trata solo de determinar el grado de ojo seco (leve, moderado o severo), sino de abordar específicamente sus causas, que pueden presentarse de forma mixta o combinada.
Si notas que tienes sequedad ocular, te recomendamos no obviar este problema –que puede resultar muy molesto y afectar a tu visión– y consultar al oftalmólogo, quien podrá indicarte una estrategia terapéutica a medida.
Recuperación del tratamiento de ojo seco
Los tratamientos que te ofrecemos desde del Área de Ojo seco de Miranza suelen ser de rápida aplicación (máximo unos 15 minutos en consulta, según la técnica) y son muy cómodos. Resultan prácticamente indoloros y, en los casos necesarios, el uso de un colirio, pomada o crema anestésica ayuda a aliviar cualquier molestia durante la sesión. Al término del procedimiento, puedes continuar con normalidad con tus actividades cotidianas, sin tiempo de baja ni restricciones importantes.
Para notar los máximos beneficios, es importante que realices el seguimiento oftalmológico o mantenimiento terapéutico que te indique tu especialista, pudiéndose repetir el tratamiento cada 3, 6 o 12 meses, según requiera cada técnica y la severidad del cuadro. Además, debes tener en cuenta que el ojo seco es una enfermedad crónica y que, por tanto, no desaparece al salir de la consulta. Tu implicación como paciente es fundamental para sostener una buena evolución y notar una mejora significativa en tu calidad de vida y bienestar.
Riesgos de los tratamientos para el ojo seco
Preguntas Frecuentes
No existe un único tratamiento ideal. El mejor abordaje será siempre personalizado, dependiendo del tipo y gravedad del síndrome del ojo seco, así como de las características individuales de cada persona.
La mayoría de los tratamientos son indoloros. Algunas técnicas pueden generar una ligera incomodidad durante su aplicación, pero suelen ser bien toleradas y de corta duración.
Dejar sin tratar esta patología puede provocar un empeoramiento de los síntomas (picor, escozor, sensación de cuerpo extraño) y derivar en complicaciones como queratitis o lesiones en la superficie ocular, que afectan la calidad visual y el bienestar general.
Aunque muchos casos pueden controlarse con éxito, el tratamiento suele tener un carácter paliativo. El objetivo es reducir los síntomas, mejorar la calidad de vida y frenar el avance del daño ocular.
Depende del tratamiento y del grado de afección. Algunos pacientes experimentan alivio inmediato con lágrimas artificiales, mientras que otros necesitan varias semanas para apreciar los efectos de terapias más complejas, como IPL o tratamientos biológicos.