Tratamientos oculares
Operación de estrabismo

¿En qué consiste la operación de estrabismo?
La operación de estrabismo actúa sobre uno o varios de los seis músculos extraoculares que rodean los ojos y controlan su movimiento para corregir la pérdida de paralelismo entre ellos o desviación ocular. Así pues, con el fin de restablecer un correcto alineamiento de la mirada, nuestros cirujanos especialistas refuerzan, debilitan o recolocan estos músculos según conviene en cada caso.
No se trata de una cirugía estética, sino que también tiene un objetivo funcional, ya que permite corregir la visión doble, amplía el campo visual y restaura la visión binocular o capacidad de estereopsis (coordinación para fusionar las imágenes de ambos ojo y crear una única imagen tridimensional). Además, poner solución al estrabismo también evita problemas de tortícolis y repercute en una mejor autoestima y relaciones sociales, eliminando complejos asociados a la desviación ocular.
Enfermedades oculares que trata
Existe el falso mito de que el estrabismo no se puede corregir en adultos y, aunque es una cirugía muy habitual en niños, podemos realizarla a cualquier edad con resultados altamente eficaces y un impacto muy positivo en la calidad de vida.
En ocasiones, la desviación ocular forma parte del cuadro clínico de otras patologías oftalmológicas.
Mientras que en el caso de los niños utilizamos anestesia general, la operación de estrabismo en adultos la llevamos a cabo con anestesia local y sedación. Tras volver casa el mismo día de la cirugía, puede que notes leves molestias como tirantez, pinchazos o visión borrosa, que no suelen durar más de una semana. Te indicaremos el tratamiento y las pautas postoperatorias a seguir y, salvo algunas precauciones (por ejemplo, evitar bañarte, hacer esfuerzos bruscos o maquillarte durante el primer mes), podrás volver pronto a tus actividades cotidianas.
Notarás el cambio en la alineación de tus ojos desde el primer momento, aunque los resultados se consolidarán a lo largo del primer mes.
Algunas personas retrasan el paso por quirófano pensando que su problema no tiene solución, que son demasiado mayores o que pueden quedar peor. Sin embargo, el riesgo de complicaciones es muy bajo, ya que se trata de una cirugía extraocular en la que no entramos dentro del ojo y que en las clínicas Miranza realizamos con oftalmólogos especialistas. Gracias a ello, la necesidad de tener que practicar una intervención adicional para afinar el resultado es también muy ocasional.
Otro freno para la cirugía es el miedo a ver doble, una complicación infrecuente que, en caso de ocurrir, suele resolverse espontáneamente en unos días. Además, minimizamos el riesgo llevando a cabo un buen estudio previo del caso y ejecutando depuradas técnicas quirúrgicas.