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La exploración del fondo de ojo puede alertar de diabetes, hipertensión o tumores cerebrales y una fotografía de la retina permite detectar predisposición a patologías neurológicas, como el Alzheimer

En el nuevo capítulo de los podcast de Miranza, titulado “Los ojos, el espejo del alma”, dos de nuestras especialistas, las doctoras Begoña Ortiz de Zárate, de la clínica Miranza IOA y Anniken Burés, de IMO Grupo Miranza, comentan qué es lo que la oftalmología puede decir acerca de la salud general, a través de los ojos.

Para las especialistas de Miranza, los ojos no solo son el espejo del alma, sino también una ventana al cuerpo, a través de la cual podemos diagnosticar o sospechar de un gran número de trastornos. Para la Dra. Ortiz de Zárate, especialista en segmento anterior de Miranza IOA, “muchas veces, somos los oftalmólogos los primeros en detectar enfermedades que aún no han dado la cara” y, por ello, afirma que es fundamental realizar correctas exploraciones oftalmológicas. En ocasiones, las exploraciones básicas van acompañadas de pruebas complementarias, como la OCT (tomografía de coherencia óptica), con la que se obtiene una imagen de alta resolución de la retina y que toma mediciones, con mucho detalle, del grosor de sus capas, además de informar del riego vascular y la densidad de vasos sanguíneos de la retina. Según la Dra. Anniken Burés, ambas mediciones permiten detectar de forma precoz signos de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer. Por ello, “aunque a día de hoy no podemos utilizar esta prueba para diagnosticar la enfermedad, sí podremos tenerla en cuenta como una herramienta más que puede alertar de un posible diagnóstico por parte del neurólogo, antes de que desarrollen síntomas”.

“Si pasa en el ojo, pasa en el cuerpo”

De hecho, según la oftalmóloga, “el análisis de las imágenes y mediciones de la retina mediante sistemas de inteligencia artificial, va a cambiar el diagnóstico preclínico (antes de que se den síntomas) de muchas enfermedades neurológicas y cardiovasculares”. La especialista en retina de IMO Grupo Miranza, opina que un screening masivo de la población con esta tecnología haría aflorar mucha patología asintomática, ya que “si algo está pasando en el ojo, también está pasando en el resto del cuerpo”, concluye.

Pese que en algunos casos es necesario realizar esta prueba para alertar sobre posibles problemas de salud no manifiestos, en otros casos, basta con una exploración ocular del fondo de ojo, para la que solo se requiere una lámpara de hendidura, aparato que se utiliza en toda revisión ocular. En este sentido, el ojo presenta una gran ventaja respecto a otros órganos del cuerpo para cuya exploración se precisan rayos X, contrastes, etc. En el caso de la diabetes, por ejemplo, “con anterioridad a las complicaciones más graves, los oftalmólogos podemos ver esos daños incipientes a través del fondo del ojo, considerado uno de los pilares del control y seguimiento del paciente diabético, ya que nos permite ver si el daño vascular está progresando o bien dar la primera voz de alerta”.

Tumores y esclerosis múltiple

La exploración del fondo del ojo también permite ver problemas de hipertensión, ya que con la enfermedad, los vasos son más estrechos, menos flexibles y con un aspecto endurecido, típico de los vasos con cambios artereoscleróticos. Otra zona que da pistas importantes es la papila o porción del nervio óptico que vemos a simple vista, y cuyo aspecto puede alertar de que algo fuera del ojo está funcionando mal. “Un tumor cerebral o enfermedades neurológicas, como la esclerosis múltiple, pueden producir una inflamación del nervio óptico y constituirse, por tanto, en la primera manifestación de la enfermedad”.

Para la Dra. Begoña Ortiz de Zárate, un diagnóstico oftalmológico no necesariamente concierne solo al ojo y recuerda la importancia de hacer una exploración oftalmológica a fondo de forma rutinaria, con pruebas diagnósticas, porque muchas veces de eso puede depender la salud general del paciente. “A veces un paciente que ve hasta la última letra se considera que está sano y no es verdad; es necesario ver su fondo de ojo”.

En ocasiones, no es ni siquiera necesario recurrir a la lámpara de hendidura, sino que algunos signos sospechosos se observan solo mirando a la cara del paciente, como los ojos saltones, que pueden delatar una enfermedad de tiroides, o bien un tumor o a una enfermedad vascular si el problema solo afecta a un ojo. Del mismo modo, la ptosis palpebral o caída de párpados, que suele estar ligada a la edad, también puede enmascarar una enfermedad neurológica, llamada miastenia, mientras que signos de cansancio periocular u ojos enrojecidos pueden reflejar una mala calidad del sueño, con posibles apneas, y, por extensión, problemas respiratorios.

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