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Una joven soplando una flor blanca de diente de león, con los ojos cerrados mientras las semillas de la flor vuelan en el aire

Los síntomas de la alergia ocular estacional, que aparece especialmente en primavera provocada por la presencia en el ambiente de los diferentes tipos de polen y la interpretación del sistema inmune de muchas personas de estas sustancias como un potencial enemigo, presentan muchas similitudes con los síntomas de una de las afecciones oculares más extendidas en la actualidad: el ojo seco, que afecta hasta un 30% de la población en algún momento de su vida. Diferenciar entre ambas resulta clave para determinar el diagnóstico y tratamiento adecuados.

La alergia ocular

La alergia ocular tiene lugar cuando un alérgeno entra en contacto con el ojo o los ojos de una persona con sensibilidad al mismo. Es entonces cuando se produce un proceso inflamatorio de la superficie del ojo que puede derivar en conjuntivitis alérgica, queratoconjuntivitis vernal o queratoconjuntivitis atópica. En líneas generales, sus síntomas incluyen enrojecimiento de los ojos, escozor y un intenso picor. Se trata de una afección en aumento debido a una mayor susceptibilidad inmunogénica general y una mayor complejidad medioambiental.

El síndrome del ojo seco

Las lágrimas cumplen un papel fundamental en la salud ocular puesto que lubrican y protegen los ojos. Sin embargo, en algunas personas las glándulas lagrimales no producen lágrimas suficientes, lo que desemboca en una serie de síntomas entre los que se encuentran el escozor, el enrojecimiento, la sensibilidad a la luz o la visión borrosa. Es lo que se conoce como ojo seco y afecta a cerca del 30% de la población mundial. Además de los síntomas, los dos procesos tienen otro punto en común: ambos se ven afectados por las condiciones externas.

Cómo afectan las condiciones externas a la alergia ocular y al ojo seco

Tanto la alergia ocular como el ojo seco dependen de problemáticas internas y de condiciones externas. No obstante, no son exactamente las mismas condiciones las que agravan una afección y otra. En el caso del ojo seco, como indican los especialistas de Miranza, los síntomas empeoran en ambientes muy secos o en los que opera un aire acondicionado. Por su parte, la alergia ocular empeora normalmente en época primaveral y en el exterior, dado que es ahí donde el polen de las plantas y de los árboles permanece en el aire.

Diferencias entre síntomas y efectos de las alergias oculares y el ojo seco

Además de los entornos en los que una y otra afección prosperan, existen otras diferencias remarcables que permiten distinguir entre alergia ocular y ojo seco y en consecuencia implementar el tratamiento acorde. Una de estas diferencias tiene que ver con la sensación incómoda que generan en quienes las sufren, pues la alergia ocular produce principalmente picor, mientras que el ojo seco provoca quemazón. Otra consiste en el alivio al cerrar los ojos: las personas con alergia ocular no lo experimentan pero las personas con ojo seco sí.

Por otro lado, está la relación de cada afección con la edad. En el caso de la alergia ocular es inexistente puesto que las reacciones alérgicas se pueden presentar a lo largo de toda la vida. En el caso del ojo seco, el paso de los años incrementa la probabilidad de pacecerlo debido, hasta donde sabemos, a cambios en la distribución y cantidad de las hormonas presentes en el organismo. Por último, cabe recordar que en la alergia ocular suelen presentarse síntomas de alergia en otras zonas del cuerpo como estornudos o urticaria. En el ojo seco, no.

¿Puedo tener alergia ocular y ojo seco al mismo tiempo?

La respuesta es afirmativa. De hecho, es relativamente habitual que la alergia ocular y el ojo seco se presenten de manera simultánea y dificulten así el proceso de identificación de la afección. Una de las hipótesis de esta copresentación es el hecho de que la alergia ocular, dada a raíz de un trastorno inmunológico, produce una hipersensibilidad de los ojos, lo que los hace más susceptibles a otras afecciones como el ojo seco. En cualquier caso, los especialistas de Miranza pueden detectar ambas afecciones, unidas o por separado.

Relación entre conjuntivitis alérgica, ojo seco y alergias oculares

La conjuntivitis alérgica comparte origen con la alergia ocular: se trata de una inflamación de la conjuntiva, la membrana transparente que cubre la parte blanca del ojo y el interior del párpado, provocada, asimismo, por la exposición a un alérgeno. Tanto una como otra pueden aumentar la hipersensibilidad de los ojos y agravar la sequedad ocular, lo que genera un empeoramiento de los síntomas del ojo seco. Pero la relación también ocurre en la otra dirección: el ojo seco puede actuar como agravante de la conjuntivitis alérgica y de la alergia ocular, puesto que el déficit de lágrimas expone aún más la superficie ocular a los alérgenos.

Tratamiento para la alergia ocular

El principal tratamiento para la alergia ocular son los antihistamínicos orales y los colirios antihistamínicos, responsables ambos de reducir la producción de histamina, la sustancia liberada en el cuerpo durante una reacción alérgica y la encargada de desencadenar los síntomas de estos episodios. Además, también se utilizan los mastocitos estabilizadores que previenen la liberación de histamina, los descongestionantes y en casos más puntuales los corticosteroides para disminuir la inflamación de los ojos. Todo ello, por supuesto, como tratamiento una vez hay alergia ocular en curso. La medida preventiva más inteligente consiste en evitar la exposición al alérgeno.

Un primer plano del ojo azul de una mujer mirando hacia el cielo, con las pestañas curvadas

Tratamiento para el síndrome del ojo seco

El tratamiento adecuado para el síndrome del ojo seco depende de la persona en concreto y de sus circunstancias. En Miranza contamos con áreas avanzadas en ojo seco, dotados con última tecnología, como la IPL o luz pulsada intensa, para mejorar los síntomas asociados (picor, enrojecimiento, sensación de cuerpo extraño, fotofobia, necesidad de parpadeo excesivo e, incluso, visión borrosa y dolor). Este equipo actúa directamente sobre la causa que provoca la sequedad ocular, reduciendo la inflamación y estimulando las glándulas de Meibomio. Tratar la disfunción de estas glándulas, que se encuentran en el borde de los párpados y son responsables de la buena calidad de la lágrima, también es el propósito de otras tecnologías de las áreas de ojo seco de las clínicas Miranza. Es el caso de la pulsación térmica (que consiste en la aplicación localizada de calor y “masaje” sobre los párpados) o la microexfoliación palpebral (que limpia en profundidad esta zona.

Según los especialistas de Miranza, es importante que estos tratamientos se complementen con una serie de cuidados y hábitos que deben mantenerse de forma rutinaria, ya que el ojo seco es una enfermedad crónica que requiere de la implicación activa de los pacientes para mejorar su bienestar ocular. Hidratar los ojos con lágrimas artificiales o pomadas lubricantes, realizar descansos visuales en el trabajo, ser cuidadosos y constantes con la higiene palpebral y cuidar la alimentación (siendo especialmente beneficiosa una dieta rica en omega 3), son algunas de las principales medidas que recomienda nuestro equipo de oftalmólogos, que, desde las áreas especializadas de los centros, también ofrecen acompañamiento y asesoramiento a las personas con sequedad ocular).

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