Enfermedades de la vista
Estrabismo infantil

¿Qué es el estrabismo infantil?
El estrabismo es una patología ocular caracterizada por la pérdida del paralelismo de los ojos, haciendo que uno o ambos se desvíen de su posición normal. Esta desviación puede ocurrir en cualquier dirección: hacia dentro (endotropia), hacia fuera (exotropia), hacia arriba (hipertropia) o hacia abajo (hipotropia). Asimismo, puede ser intermitente o constante.
Se trata de una de las enfermedades oftalmológicas típicas de la infancia, que afecta a cerca de un 4-5% de los niños. Puede aparecer desde los primeros meses de vida (estrabismo congénito) o años más tarde e, incluso en la edad adulta.
Diagnosticarlo y tratarlo de manera temprana es fundamental para evitar que el pequeño desarrolle problemas visuales fruto de esta mala alineación de los ojos. El más importante de ellos es la ambliopía u “ojo vago”, derivado de la compensación que lleva a cabo el cerebro para no ver doble, suprimiendo la visión de uno de los dos ojos. Otra consecuencia del estrabismo infantil es la ausencia de desarrollo de la visión binocular y la estereopsis, que permite ver en relieve, percibir la profundidad y calcular distancias. Sin olvidar el efecto estético y psicológico que puede comportar para el niño el hecho de tener el ojo desviado.
Síntomas
Causas del estrabismo infantil y factores de riesgo
Tratamiento
La principal manifestación del estrabismo infantil es la propia desviación ocular. Sin embargo, esta no siempre se observa a simple vista, sobre todo cuando es intermitente y se evidencia solo en determinadas circunstancias, especialmente en estados de cansancio o debilidad (un proceso febril, sueño, al final del día etc.). Acudir de forma periódica al oftalmólogo para realizar un examen ocular completo puede ayudar a evitar que estos casos pasen desapercibidos.