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El organismo humano experimenta cambios muy significativos conforme va completando su desarrollo. Esto se traduce, en ocasiones, en una afectación diferente de las afecciones en función de la etapa en la que se encuentran las personas. Los niños, en concreto, requieren análisis y estudios específicos ante determinados síntomas debido a una mayor sensibilidad. Además, algunos tipos de afecciones, como es el caso del orzuelo, pueden ser en los niños indicios de patologías como defectos refractivos. De ahí la necesidad, según los especialistas de nuestras clínicas, de llevar a los más pequeños al oftalmólogo pediatra ante la aparición de esta inflamación.

¿Qué son los orzuelos?

Los orzuelos son inflamaciones agudas del margen palpebral que lucen como bultos rojos. Además del condicionamiento estético, provocan sensibilidad y dolor, lo que los convierte en una afección muy molesta. En líneas generales, los orzuelos no revisten excesiva gravedad, pero, tal y como apuntamos anteriormente, en los niños pueden ser síntomas de un defecto refractivo que afecte a su calidad de visión, razón por la cual conviene tenerlos en cuenta y acudir a un especialista para recibir atención médica avanzada. 

Posibles causas de los orzuelos en niños

Según la Dra. Marina Rodríguez Tirado, especialista de Miranza, “la principal causa del orzuelo es que las glándulas que se encuentran dentro del párpado, en vez de producir una grasa muy fluida, producen una grasa densa que no logra salir a través del borde del párpado y se queda dentro”, lo que favorece la infección por la bacteria Staphylococcus aureus. Esto resulta válido tanto para los adultos como para los niños, quienes se ven más expuestos a estas bacterias a través de superficies contaminadas como los juguetes o el propio suelo

Los orzuelos responden, por lo tanto, a un doble acontecimiento: la obstrucción de las glándulas sebáceas y la infección. La primera aparece de manera más frecuente cuando se da un exceso de producción de sebo o una mala higiene ocular. La segunda cuando se produce una deficiente manipulación de los ojos, lo que incluye frotárselos con las manos sucias; cuando se comparten artículos personales; y cuando media un sistema inmune debilitado que hace que los niños sean más propensos a las infecciones. 

Síntomas del orzuelo en niños

Los síntomas del orzuelo en niños son similares a los que se presentan en los adultos: protuberancia roja en el párpado, sensibilidad y dolor al tacto, enrojecimiento, hinchazón que provoca que el ojo se vea más pequeño de lo normal, lagrimeo excesivo provocado por la irritación que causa el orzuelo e incluso sensación de cuerpo extraño, lo que lleva a algunos niños a sentir que tienen algo dentro del ojo. En general, es una afección muy fácil de identificar desde fuera por parte de los padres. 

¿Qué tratamientos tienen los orzuelos en niños?

Los orzuelos tienden a desaparecer de manera natural en aproximadamente una o dos semanas. Sin embargo, existen tratamientos que llevan a una recuperación más pronta o que pueden evitar que el orzuelo curse con complicaciones que deriven en problemas más graves. Estos son algunos de los más frecuentes: 

Compresas tibias

La aplicación de compresas tibias sobre el orzuelo puede aliviar el dolor, disminuir la inflamación y promover la recuperación. Lo aconsejable es hacerlo varias veces al día durante unos diez minutos y asegurándose siempre de que las compresas estén totalmente limpias. 

Cremas para el orzuelo infantil

En ocasiones los oftalmólogos recomiendan cremas antibióticas para tratar la infección y acelerar la curación. Es muy importante no tomarlos sin receta médica y hacerlo siempre conforme a las indicaciones de frecuencia y cantidad establecidas. 

Extirpación quirúrgica

Como hemos indicado antes, los orzuelos suelen desaparecer espontáneamente al cabo de los días y tanto las compresas tibias como las cremas o gotas antibióticas están destinadas a paliar las molestias o prevenir males mayores. No obstante, en algunos casos, cuando el orzuelo parece cronificarse, puede ser necesaria una sencilla intervención quirúrgica para extirparlo. 

Posibles complicaciones del orzuelo infantil

Aunque la mayoría de los orzuelos no desemboquen en afecciones más graves, algunos de ellos pueden dar lugar a complicaciones avanzadas como la propagación de la infección a otras áreas del párpado, la recurrencia de la aparición de los mismos, la formación de un chalazión como consecuencia de la inflamación crónica de las glándulas sebáceas del párpado u otras aún más significativas como la conjuntivitis, la queratitis o la celulitis orbitaria. Razones suficientes para extremar la precaución

Prevención de los orzuelos en los niños

Reducir los factores de riesgo de los orzuelos puede limitar su aparición. Esto implica enseñar a los niños a no tocarse los ojos con las manos sucias, a lavárselas siempre que sea posible y razonable, a no compartir artículos personales como toallas o almohadas, a llevar una correcta higiene de los ojos y de los párpados y a comer de manera equilibrada para mantener un sistema inmunológico fuerte. Además, también es importante promover el descanso de los niños para combatir el estrés, el cual aumenta la susceptibilidad a las infecciones. 

¿Son contagiosos los orzuelos en los niños?

En un apartado previo vimos que el orzuelo responde tanto a la obstrucción de las glándulas sebáceas del párpado como a la infección por la bacteria Staphylococcus aureus. Deben darse ambas condiciones. La primera no puede contagiarse. Sin embargo, la transmisión de la bacteria sí puede darse a través del uso compartido de objetos en contacto con los ojos. En este sentido, el orzuelo en niños es contagioso hasta cierto punto, pues la bacteria puede transferirse y afectar a niños que presentan ya problemas de obstrucción de las glándulas.

¿Cuándo debo acudir al especialista si mi niño tiene un orzuelo?

Lo recomendable, explica nuevamente la doctora Marina Rodríguez Tirado, “es acudir al médico cuando hay un orzuelo, principalmente porque puede ser el inicio de alguna disfunción de la glándula y en un futuro la causa de un ojo seco”. Esto es especialmente importante en el caso de los niños, donde los orzuelos son a veces señales de defectos refractivos. Así lo explica nuestra experta: “Por ejemplo, que un niño tenga que forzar mucho, ajustar la apertura palpebral para ver mejor, hace que la grasa se vaya exprimiendo más de la cuenta y se acumule y salgan orzuelos”. Si tu niño o niña tiene uno, venid a nuestras clínicas para que podamos estudiar su salud ocular y visual

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