¿Cómo debemos proteger del sol el contorno de ojos en verano?
La exposición continuada y sin protección de la piel a la radiación solar puede producir daños muy variados en esta. Sin embargo, el riesgo es mucho mayor para la piel localizada alrededor de los ojos debido a la extrema delgadez y a la delicadeza especial que presenta respecto a la de otras partes del cuerpo. En este sentido, es importante protegerla debidamente para evitar el envejecimiento prematuro, la formación de arrugas y de líneas de expresión, el fotoenvejecimiento e incluso ciertas enfermedades oculares.
¿Qué es el contorno de ojos?
Contorno de ojos es un término que refiere a la piel ubicada alrededor de los ojos e incluye asimismo la piel de los párpados superiores y de los párpados inferiores. Se trata, como indicamos previamente, de una piel especialmente sensible a causa de su finura: es aproximadamente diez veces más delgada que la piel del resto del rostro a causa de una estructura dérmica más ligera, una menor cantidad de grasa subcutánea y una menor cantidad de elastina y colágeno, dos moléculas que intervienen en la elasticidad y la resistencia de la piel.
¿Por qué requiere especial atención la protección del contorno de los ojos?
La delgadez de la piel alrededor de los ojos, así como su disponibilidad disminuida de moléculas protectoras, la hace más susceptible de sufrir los efectos dañinos de la exposición solar. Esto incluye quemaduras solares, daños en el ADN, hiperpigmentación, flacidez y problemas oculares graves como las cataratas o la degeneración macular. En consecuencia, la piel del contorno requiere un cuidado específico que la proteja de los signos de envejecimiento acelerado y de las afecciones oculares. Un cuidado integral que no descuide ninguna solución.
Elementos para una correcta protección del contorno de ojos frente al sol
La ciencia tiene constancia de la delicadeza de la piel del contorno de ojos desde hace mucho tiempo y ello ha motivado a las empresas que se dedican a la producción cosmética a desarrollar artículos orientados a compensarla. No obstante, y más allá de cremas y protectores solares, hay una serie de artículos físicos que pueden contribuir enormemente a la salvaguarda de esta región del rostro. Es importante considerar los dos conjuntos como soluciones complementarias y no necesariamente como alternativas.
Cremas hidratantes
Las cremas hidratantes, y en especial aquellas que contienen ácido hialurónico entre sus ingredientes, mejoran la estructura de la piel y hacen que esta conserve mejor algunas de sus moléculas clave. En ese sentido, pueden ayudar a fortalecer la piel alrededor de los ojos, lo que la hará más resistente a los daños provocados por los rayos UVA. No obstante y para una protección profunda, se recomienda el empleo de cremas hidratantes con filtros solares de amplio espectro. No como sustitutas de las cremas solares sino como complementos de estas.
Cremas solares con factor de protección UV
Las cremas solares están diseñadas para proteger la piel de la radiación solar. Suelen basarse en dos mecanismos diferentes: el uso de filtros solares químicos que absorben los rayos solares como la avobenzona o el octinoxato y el uso de filtros solares minerales como el dióxido de titanio o el óxido de zinc que dispersan los rayos solares antes de que penetren en la piel. En el caso de la piel del contorno de ojos se aconseja utilizar cremas solares con un FPS mínimo de 30, siendo recomendable un FPS de 50 para personas con pieles sensibles.
Maquillajes especiales para el contorno de ojos con protección UV
El maquillaje para el contorno de ojos con protección UV contiene ingredientes que le permiten cubrir dos necesidades diferentes: realzar los rasgos positivos del rostro para lucir mejor y defender la piel de la acción solar. Para esto último pueden utilizar tanto filtros químicos como filtros minerales. Lo importante, sin embargo, es seleccionar un maquillaje con suficiente factor de protección, así como con fórmulas de gran espectro y resistentes al agua para que protejan de todo el rango lumínico solar y no se desprendan con el agua del mar o de la piscina.
Uso de gafas de sol adecuadas
La aplicación de productos cosméticos con protección solar marca la diferencia ante la exposición al sol, pero no son suficiente para prevenir los daños cuando dicha exposición es muy intensa y prolongada. Por eso es fundamental limitarla. En caso de que sea imposible, conviene ser precavidos y emplear otros recursos protectores como las gafas de sol. Debemos asegurarnos de que proporcionen protección de amplio espectro, una cobertura suficiente a causa de unas dimensiones suficientes y una lente de calidad que cuide de la salud visual.
Uso de gorro, gorra o sombrero
El uso de prendas para la cabeza que proporcionen sombra al contorno de ojos también es una buena alternativa para limitar la exposición al sol. En este caso, y además de unas dimensiones que efectivamente permitan cubrir esa zona tan delicada, es esencial utilizar prendas que se ajusten a las necesidades de la época del año: las gorras o los sombreros deben estar fabricados con materiales ligeros que permitan respirar a los poros de la cabeza durante el verano. De esa manera protegerán tanto el contorno de los ojos como la propia cabeza.
Aportación de vitaminas
Tanto los protectores cosméticos como los protectores físicos pueden reducir considerablemente el impacto de la radiación solar en la piel de los alrededores de los ojos, pero existe una medida preventiva que debe aplicarse en el día a día y no necesariamente en el momento concreto de la exposición: el consumo de vitaminas antioxidantes como la vitamina C y la vitamina E, además de las vitaminas A y D. Esto debería realizarse a través de la alimentación, aunque el uso de suplementos podría ser recomendable en determinados casos.