
Comprometidos con la salud ocular de personas con Síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales
Fruto del acuerdo de colaboración entre Miranza Instituto Gómez-Ulla y Fundación Down Compostela, una treintena de personas han recibido exploraciones oculares gratuitas, realizadas por el equipo de especialistas de la clínica de Miranza en Santiago de Compostela.
Estas revisiones, llevadas a cabo en las instalaciones de la Fundación, forman parte de una estrategia de seguimiento integral y personalizado que tiene como objetivo principal facilitar un acceso cómodo y adaptado a la oftalmología especializada, garantizando así el bienestar visual y una mejor calidad de vida de las personas atendidas.
La doctora María Santiago, oftalmóloga de nuestra clínica gallega, ha coordinado las evaluaciones, que han incluido pruebas completas de visión:
- análisis del estado de la córnea
- estudio de la refracción
- control de otros aspectos clave que permiten una detección precoz de cualquier alteración visual
Enfermedades más prevalentes
Las patologías de la córnea (como el queratocono), las cataratas a edades tempranas, las miopías, hipermetropías, astigmatismo o nistagmus son frecuentes en las personas con Síndrome de Down. Exploraciones como las efectuadas, permiten anticiparse a posibles complicaciones, reforzando así la autonomía personal y la inclusión y participación social de las personas con discapacidad intelectual.
Entre los retos de salud que aparecen con mayor frecuencia en este colectivo se encuentran las cataratas, teniendo las personas con síndrome de Down diez veces mayor riesgo de sufrir esta enfermedad visual frente a la población general. Además, son más propensas a desarrollarla en la infancia temprana, siendo más del 70% congénitas, es decir, antes del nacimiento.
Este colectivo presenta también córneas más finas e irregulares lo que favorece el desarrollo del queratocono, una patología en la que la capa superficial del ojo adquiere una forma cónica, en vez de redondeada, que disminuye la visión.
Atención especializada desde la infancia y a lo largo de toda la vida
El acceso a revisiones oftalmológicas periódicas, especialmente desde edades tempranas, es fundamental para garantizar el desarrollo visual adecuado de las personas con Síndrome de Down. Por eso, uno de los pilares de esta colaboración es también la sensibilización sobre la importancia de acudir al oftalmólogo durante los tres primeros meses de vida. Si no se detecta ninguna patología ocular, la siguiente revisión se recomienda a los dos años y medio, con seguimientos oftalmológicos anuales a partir de ese momento durante todas las etapas de la vida. Además, en estos controles es importante adaptar las técnicas y tiempos de exploración a las características individuales de cada paciente, facilitando una experiencia cercana, humana y eficaz.