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La conjuntivitis en niños es una de las afecciones oculares más frecuentes durante la infancia. Se trata de la inflamación de la conjuntiva, la membrana transparente que recubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados. Aunque suele ser un problema leve, es importante identificar sus síntomas, conocer sus causas y saber cuándo acudir al oftalmólogo para evitar complicaciones.

Los especialistas en oftalmología pediátrica de Miranza te explican todo lo que debes saber sobre la conjuntivitis en niños, sus diferentes tipos, cómo prevenirla y cuáles son los tratamientos más indicados.

  • Conjuntivitis bacteriana: Este tipo de infección, muy común en entornos escolares, se caracteriza especialmente por la presencia de secreciones espesas, amarillentas o verdosas. Estas legañas pueden hacer que los párpados se peguen durante la noche debido a la acumulación de secreción. Con el tratamiento adecuado, suele resolverse en una semana.
  • Conjuntivitis vírica: La secreción que produce es más acuosa y clara. Por lo general, dura entre 7 y 10 días, aunque puede extenderse, y se trata de una infección muy contagiosa, que pasa fácilmente de un ojo a otro y de un niño a otro. A menudo se asocia a resfriados o infecciones respiratorias.
  • Conjuntivitis alérgica: Relacionada con alergias estacionales (polen de las plantas) o presentes todo el año (polvo, ácaros, pelo de los animales…). Su molestia más característica es el picor y suele acompañarse de otros síntomas del cuadro alérgico, como estornudos o congestión nasal. Evitar la exposición el alergeno es fundamental.
  • Conjuntivitis irritativa: Provocada por la exposición a sustancias irritantes o químicas, como el cloro de las piscinas, productos de limpieza, maquillajes para disfraces, humo o contaminantes ambientales. La mejoría suele ser rápida tras eliminar el agente causante.

“Debemos hacer hincapié en evitar la automedicación, lo que puede hacer que algunos casos nos lleguen tarde a la consulta o no reciban el tratamiento adecuado según el tipo y grado de conjuntivitis, pudiendo prolongarse o agravarse el problema”, advierten los oftalmólogos pediátricos de Miranza.

  • Las conjuntivitis bacterianas suelen requerir gotas o pomadas antibióticas, siempre prescritas por un oftalmólogo. Es importante completar el tratamiento, incluso si los síntomas mejoran antes de tiempo, para evitar recaídas o complicaciones. Una buena higiene ocular también ayuda a reducir las molestias y evitar que se propague la infección.
  • Para las formas víricas, no existen antivirales específicos y el tratamiento se centra en aliviar los síntomas, mediante lágrimas artificiales, lavado frecuente de los ojos con una gasa estéril y agua tibia, o aplicación de compresas frías.
  • En el caso de la conjuntivitis alérgica, se recomienda el uso de antihistamínicos tópicos (colirios) o, en ocasiones, orales. En casos graves, pueden prescribirse corticosteroides o medicamentos más fuertes, bajo indicación y supervisión del especialista. También son de ayuda las medidas de alivio.
  • Para la conjuntivitis irritativa el enfoque principal es eliminar la fuente de irritación y reducir la incomodidad. Suele resolverse espontáneamente, aunque puede llegar a requerirse el uso de antiinflamatorios si la inflamación es severa o persistente.
conjuntivitis niños

Aunque no siempre se puede evitar, la prevención puede jugar un papel muy importante. En sus formas infecciosas (conjuntivitis bacteriana y vírica), es fundamental adoptar medidas de higiene básicas, como lavarse las manos con frecuencia, evitar compartir toallas y objetos personales, no frotarse los ojos y limpiar con regularidad los juguetes y objetos de uso diario.

Respecto a la conjuntivitis alérgica, las medidas dependerán del tipo de alergeno: desde cerrar las ventanas para evitar la entrada del polen, hasta mantener una estricta limpieza en casa y cambiar con frecuencia la ropa de cama para reducir la exposición a los ácaros.

En cuanto a la forma irritativa, es recomendable el uso de gafas protectoras en la piscina, uno de los entornos donde más suele darse este tipo de conjuntivitis en niños.

Una revisión ocular siempre es aconsejable para contar con un diagnóstico fiable y una pauta de tratamiento eficaz. No obstante, sobre todo cuando los síntomas persisten o empeoran, no debe retrasarse la consulta al especialista.

En el caso de los recién nacidos, que también es muy común que sufran conjuntivitis, conviene que la visita sea lo antes posible, ya que sus ojos y sistema inmune aún están en desarrollo y pueden ser más vulnerables, requiriendo una atención especializada.

¿Cuándo deja de ser contagiosa la conjuntivitis en los niños?

Generalmente, la conjuntivitis bacteriana es contagiosa hasta que transcurren 24-48 horas desde el inicio del tratamiento con antibióticos. En el caso de la conjuntivitis vírica, la probabilidad de contagio es más alta en los primeros 3-5 días y puede permanecer mientras el niño tenga síntomas activos (normalmente, entre 7 y 10 días). Aun así, seguir las pautas del oftalmólogo es esencial para evitar recaídas o contagios a otros niños o miembros de la familia.

¿Cómo deben limpiarse los ojos de un niño con conjuntivitis?

La limpieza debe hacerse suavemente con gasas estériles y suero fisiológico, limpiando desde el lagrimal hacia afuera y utilizando una gasa diferente para cada ojo. Este proceso puede repetirse varias veces al día para aliviar molestias y evitar la acumulación de secreciones.

¿Puede mi hijo ir a la guardería o al colegio con conjuntivitis?

Las conjuntivitis alérgicas e irritativas no impiden relacionarse con otros niños, ya que no son contagiosas. Sin embargo, en las formas bacterianas y víricas no es aconsejable llevar al niño a la guardería o al colegio, ya que puede propagarse la infección muy fácilmente en la clase. Lo ideal es que el niño se quede en casa hasta que el oftalmólogo lo recomiende y los síntomas hayan desaparecido.

¿Qué gotas sirven para la conjuntivitis en niños?

Solo el oftalmólogo puede recetar las gotas adecuadas. Dependiendo del origen de la conjuntivitis, podrán ser antibióticas, antihistamínicas, antiinflamatorias o, simplemente, lubricantes (lágrimas artificiales). Es importante no utilizar medicamentos sobrantes de tratamientos anteriores.

¿Deja alguna secuela la conjuntivitis infantil?

En la mayoría de los casos, no deja secuelas si se trata de forma correcta. Sin embargo, una mala evolución puede derivar en complicaciones más serias que afecten a la córnea y, por tanto, a la visión. Por ello, es fundamental no subestimar los síntomas y seguir siempre las recomendaciones de un profesional experto.

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