
Queratitis por Acanthamoeba: Prevención, diagnóstico y tratamiento
La queratitis por Acanthamoeba es una infección ocular poco frecuente, pero potencialmente grave si no se detecta y trata a tiempo. Afecta a la córnea, la capa transparente que recubre el ojo, y puede causar dolor intenso, visión borrosa y, en los casos más severos, pérdida de visión.
Aunque la mayoría de los casos se dan en personas que usan lentes de contacto, cualquier persona puede verse afectada si su ojo entra en contacto con agua contaminada o sufre una lesión corneal. En este artículo, de la mano del Dr. Óscar Gris, especialista de IMO Grupo Miranza, te explicamos en profundidad qué es la queratitis amebiana, cuáles son sus factores de riesgo, síntomas, métodos de diagnóstico y tratamiento, además de cómo prevenirla.
¿Qué es la queratitis por Acanthamoeba?
”Se trata de una infección ocular causada por un microorganismo llamado Acanthamoeba, presente de manera natural en el agua (del grifo, piscinas, ríos o lagos), el suelo y otras superficies. Esta ameba puede invadir la córnea y provocar una inflamación que, sin un tratamiento de la queratitis adecuado, puede derivar en lesiones graves y secuelas visuales permanentes”, explica el Dr. Gris.
Causas y factores de riesgo de la queratitis por Acanthamoeba
El principal factor de riesgo es el uso de lentes de contacto sin las medidas higiénicas necesarias. Nadar, ducharse o relajarse en jacuzzis con las lentillas puestas también incrementa el riesgo, así como utilizar agua del grifo o soluciones caseras para limpiar las lentes. Además, pequeñas lesiones o traumatismos corneales pueden favorecer la entrada de este microorganismo. La exposición a agua contaminada y el contacto con el suelo son otros factores a tener en cuenta.
Síntomas y diagnóstico de la queratitis por Acanthamoeba
“El síntoma más llamativo es el dolor ocular intenso. Otros signos habituales incluyen enrojecimiento ocular, sensación de cuerpo extraño, lagrimeo constante, fotofobia y visión borrosa. En fases avanzadas, pueden llegar a desarrollarse úlceras en la córnea”, alerta el Dr. Gris.
Ante la aparición de estos síntomas es importante acudir sin demora al oftalmólogo para realizar las pruebas necesarias: desde una exploración exhaustiva en consulta con lámpara de hendidura, hasta tinciones corneales, cultivos y técnicas de biología molecular como la PCR.
La queratitis por Acanthamoeba puede confundirse fácilmente con otro tipo de infecciones –que se tratan de manera distinta–, si no se realiza un buen estudio a manos de un experto en patologías de la córnea. Dado que su evolución es especialmente agresiva, contar con un diagnóstico fiable lo antes posible es la mejor baza para mejorar el pronóstico y evitar complicaciones que puedan derivar en daños oculares permanentes.
Tratamiento de la queratitis por Acanthamoeba
El tratamiento de la queratitis amebiana suele resultar complejo y prolongado, ya que este organismo es resistente a muchos fármacos. Según el caso, pueden combinarse distintos tipos de antimicrobianos tópicos, cuya prescripción irá ajustando el especialista según la evolución, con un control constante. Frente a cuadros graves o que no responden al tratamiento, si el tejido corneal está muy dañado, puede ser necesario realizar una queratoplastia o trasplante de córnea que permita recuperar la visión mermada por la presencia de cicatrices o heridas profundas.

¿Cómo se puede prevenir la queratitis por Acanthamoeba?¿Cuándo deja de ser contagiosa la conjuntivitis en los niños?
Prevenir esta infección es posible en la mayoría de los casos si se adoptan unos buenos hábitos. La higiene ocular es fundamental: lavarse siempre las manos antes de manipular las lentillas y asegurarse de que estas se colocan y retiran en un entorno limpio reduce mucho el riesgo. También es importante no usar las lentes de contacto más tiempo del indicado por el fabricante y, de cara a evitar infecciones, son especialmente recomendables las lentillas de uso diario. En caso de que sean de uso prolongado (semanales, mensuales…), para limpiarlas y conservarlas solo se deben utilizar los productos y soluciones específicamente indicados para ello, nunca agua.
De hecho, evitar el contacto de las lentillas con el agua del grifo, de la ducha o con cualquier tipo de agua no estéril es una de las medidas indispensables. Según el Dr. Gris, “llevar las lentes de contacto para ir a la playa y la piscina o para realizar deportes acuáticos es una práctica muy extendida que compromete seriamente la salud ocular, aunque muchos pacientes no son conscientes de ello”.
Consejos para los pacientes con queratitis por Acanthamoeba
Para los pacientes que sufren esta infección, la disciplina y constancia con el tratamiento es fundamental. Seguir las pautas sin interrupciones es la base de una buena recuperación. Además, es necesario mantener una higiene ocular estricta, evitar el uso de lentes de contacto hasta que el oftalmólogo especialista lo autorice y estar atentos a cualquier nuevo síntoma o molestia. Las visitas periódicas de seguimiento son esenciales y, aunque el proceso puede ser largo y en ocasiones frustrante, la paciencia y el cumplimiento de las indicaciones médicas son clave para minimizar el daño y preservar la visión. La prevención de recaídas y el cuidado continuado son clave para proteger la salud ocular a largo plazo.